miércoles, 29 de mayo de 2013

Los Diablos danzantes de Naiguatá


Diablos danzantes de Naiguatá o Diablos de Naiguatá. Danza tradicional de la religiosidad popular que se realiza al Este del estado Vargas; región centro costera de Venezuela, en la población de Naiguatá, se lleva a cabo el jueves de Corpus Christi. Forma parte de las fiestas tradicionales, que se realizan en su mayoría en honor a un santo o fecha de importancia religiosa. Legado de los primeros habitantes de esa región, otras celebraciones, al igual que ésta, son producto del mestizaje racial y cultural. Éstas festividades se nutren de la multiplicidad cultural; muchas fueron traídas de Europa; fundamentalmente de España como consecuencia de la incursión de los españoles en tierras americanas, hechos acontecidos en la última década del siglo XV mediante la invasión extranjera que dio paso a la colonización y apropiación de tierras. África también fue un factor que aportó un producto esencial con la llegada de sus habitantes, esclavos que fueron trasladados a América para realizar tareas pesadas y agotadoras en las haciendas de los españoles, y por último y sin ninguna duda, el aporte de los aborígenes y los elementos autóctonos de la zona. El torbellino de culturas se unificó de manera fascinante para dar lugar a las fiestas que hoy se celebran en la cultura popular de Naiguatá.
Entre estas manifestaciones culturales que existen en Naiguatá, está la fiesta más importante de la Iglesia católica después del Domingo de Resurrección, el jueves de Corpus Christi acompañado de su respectiva víspera, que es el miércoles inmediato anterior; fecha movible en el calendario católico pues se realiza el noveno jueves después de la Semana Santa. En esta celebración mágico-religiosa, la manifestación tradicional es representada por el baile de los Diablos Danzantes de Naiguatá quienes rinden culto al Santísimo Sacramento del Altar, En esos dos días las calles de Naiguatá se decoran con los múltiples colores que cubren al danzante de pie a cabeza, que corresponden a la vestimenta y la máscara de cada uno de los danzantes, quienes danzan acompañados de la sonora y rítmica percusión que produce "la caja" (tambor), al unísono con las campanas que cuelgan en sus cinturas al recorrer bailando toda la población luego de realizar sus ceremonias al frente de la Iglesia. Todo el recorrido lo realizan danzando al llamado de "la caja", "bailan al son que le toquen". Esta cadena de sucesos y elementos produce un sonido único que identifica a distancia la presencia de los Diablos Danzantes de Naiguatá en todas las calles.







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