Los Diablos danzantes de Naiguatá
Diablos danzantes de Naiguatá o Diablos de Naiguatá. Danza
tradicional de la religiosidad popular que se realiza al Este del estado
Vargas; región centro costera de Venezuela, en la población de Naiguatá, se
lleva a cabo el jueves de Corpus Christi. Forma parte de las fiestas
tradicionales, que se realizan en su mayoría en honor a un santo o fecha de
importancia religiosa. Legado de los primeros habitantes de esa región, otras
celebraciones, al igual que ésta, son producto del mestizaje racial y cultural.
Éstas festividades se nutren de la multiplicidad cultural; muchas fueron
traídas de Europa; fundamentalmente de España como consecuencia de la incursión
de los españoles en tierras americanas, hechos acontecidos en la última década
del siglo XV mediante la invasión extranjera que dio paso a la colonización y
apropiación de tierras. África también fue un factor que aportó un producto
esencial con la llegada de sus habitantes, esclavos que fueron trasladados a
América para realizar tareas pesadas y agotadoras en las haciendas de los
españoles, y por último y sin ninguna duda, el aporte de los aborígenes y los
elementos autóctonos de la zona. El torbellino de culturas se unificó de manera
fascinante para dar lugar a las fiestas que hoy se celebran en la cultura popular
de Naiguatá.
Entre estas manifestaciones culturales que existen en
Naiguatá, está la fiesta más importante de la Iglesia católica después del
Domingo de Resurrección, el jueves de Corpus Christi acompañado de su
respectiva víspera, que es el miércoles inmediato anterior; fecha movible en el
calendario católico pues se realiza el noveno jueves después de la Semana
Santa. En esta celebración mágico-religiosa, la manifestación tradicional es
representada por el baile de los Diablos Danzantes de Naiguatá quienes rinden
culto al Santísimo Sacramento del Altar, En esos dos días las calles de
Naiguatá se decoran con los múltiples colores que cubren al danzante de pie a
cabeza, que corresponden a la vestimenta y la máscara de cada uno de los
danzantes, quienes danzan acompañados de la sonora y rítmica percusión que
produce "la caja" (tambor), al unísono con las campanas que cuelgan
en sus cinturas al recorrer bailando toda la población luego de realizar sus
ceremonias al frente de la Iglesia. Todo el recorrido lo realizan danzando al
llamado de "la caja", "bailan al son que le toquen". Esta
cadena de sucesos y elementos produce un sonido único que identifica a
distancia la presencia de los Diablos Danzantes de Naiguatá en todas las
calles.
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